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Experiencia en el curso presencial de Badajoz

Publicado el | Categoría: Actualidad

Hoy queremos compartir con vosotros y vosotras como fue la experiencia del curso presencial de Badajoz 2020 que tuvo lugar los días 1 y 2 de julio.

Madrugamos un poco y a las 8 nos recogió un microbús que nos llevaría al inicio de nuestro recorrido, La Crespa, una explotación familiar agraria en Higuera de Vargas.

En esta dehesa de alcornoques y encinas tuvimos la oportunidad de ver todo el proceso de la saca del corcho en la cerca que tocaba este año, y a la que no se volverá hasta dentro de 9 años. Unos de los hermanos, Jaime, nos explicó la producción y ordenación del alcornocal,  desde la extracción  del corcho hasta su recogida en una pila con las planchas ya cortadas para ser transportadas.  

En el recorrido que hicimos vimos las panas de corcho que se iban extrayendo, algunas muy impresionantes de una sola pieza, que luego se marcaba y cortaba para poder apilarlas más fácilmente. Todos pudimos hacer preguntas y ver in-situ este trabajo tan especializado realizado por sacadores locales, la mayoría de ellos del pueblo de Zahínos.

En el paseo, con el calor propio del mes de julio, llegamos hasta una de las charcas ganaderas, donde vimos bañarse a los cerdos, y donde Jacobo nos recordó la función e importancia de la gestión del agua en este tipo de explotación ganadera. 

A la vuelta, vimos restos de majanos, una construcción de carácter tradicional que se formaban al retirar las piedras y acumularlas para limpiar los terrenos más pedregosos.

Al llegar al cortijo tuvimos la suerte de coincidir con Antonio, el veterinario de la explotación de cerdo ibérico, que nos enseñó dos plantones con pie de alcornoque y vuelo de encina, que se están produciendo en la zona, para un doble aprovechamiento, la del corcho y la de bellota más dulce de la encina.

Ya al fresquito dentro del cortijo, tuvimos una clase de formación sobre ordenación forestal, y terminamos la intensa mañana con un almuerzo colectivo con productos extremeños: ensalada fría de alubias carillas, que en Extremadura y Portugal se llaman fridiños, con pimentón de la Vera, acompañado de gazpacho que siempre apetece en esta época del año. 

Nos despedimos de La Crespa con una foto de grupo, dando las gracias a Juan, otro de los hermanos y ¡nuestro cocinero! Nos quedaba un largo camino hasta nuestro próximo destino, Herrera del Duque, en la Siberia Extremeña.

Después de un debate sobre los servicios ambientales, nos preparamos para un recorrido al atardecer hacia el Valle de las Navas, donde hicimos una parada en el puerto para hacer una interpretación del territorio, tan unido desde la edad media a la ganadería merina y la mesta, y posteriormente transformado con la creación de los embalses de Cijara y Garcia Sola.  Terminamos tomando nuestros picnic al lado de una charca, disfrutando del paisaje y el silencio de  la Dehesilla.

El segundo día, lo iniciamos temprano en el puerto de Consolación, donde teníamos un buen punto de observación del territorio, con dehesas de encinas y alcornoques en el fondo de los valles, olivares a media ladera; y pinares de reforestación en las cimas de los montes del Valle de Consolación

Al comienzo de un sendero forestal, con unas vistas impresionantes, en un lugar tranquilo y a la sombra, formamos un círculo; y Carmen nos inició en los Baños de bosque o Shinrin Yoku. Nos preparamos para la inmersión con ejercicios de respiración sencillos de Taichí, y después intentamos sumergirnos en el bosque con los cinco sentidos, en un corto paseo en silencio.

Nos quedaba un recorrido forestal en el Valle de Consolación hacia la fortaleza árabe de Herrera. En el camino, hicimos algunas paradas como la que veis en la imagen donde, Jacobo, hizo una descripción de una masa hablando de los tratamientos y aprovechamientos forestales así como de los métodos de medición.

Mediciones Pinar repoblacion Valle Consolación

Antes de comer aun tuvimos tiempo para hacer una visita guiada de la empresa apícola Virgen de Extremadura  en Herrera del Duque,  acompañadas por Consuelo que nos hizo el recorrido de esta empresa familiar de un modo interesante, didáctico y ameno.

Su charla con un tono muy cercano, nos habló del origen de la empresa, ya desde sus abuelos que  eran apicultores. Su actitud transmitía una visión positiva, de esfuerzo y trabajo. Hablo también de los métodos y estrategias para ir creciendo, mediante el desarrollo de nuevos productos.  Un buen ejemplo de emprendimiento en el mundo rural combinando un trabajo tradicional con nuevos mercados.  

Al final del recorrido todos en el grupo quisimos llevarnos algunos de sus productos (alimentación y cosmética) para nosotros o como regalo.

Terminamos el día con una dinámica de un debate interesante “La caza” “Lo urbano frente a lo rural”. Solo nos quedó tiempo para una prueba de evaluación, antes de regresar a nuestro punto de partida, Badajoz.

¡Gracias a todos y todas las que habéis formado parte de esta experiencia!

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